El mercado laboral demanda, cada vez más, profesionales especializados en Economía Circular y Sostenibilidad

Madrid, 29 de julio del 2022.-  “Se busca un Director y una Consejera de Sostenibilidad”. Así se titulaba un artículo publicado recientemente por Antonio Núñez, Senior Partner en Parangon Partners, y Enrique Martínez Cantero, experto en asuntos públicos, economía sostenible o transparencia y buen gobierno, en Actualidad Económica – El Mundo.

La lectura de este artículo llamó recientemente mi atención dado que definía, de una forma clara y sencilla, los tres perfiles más demandados por las empresas en el ámbito de la Sostenibilidad. Un ejercicio de lo más interesante porque nos permite reflexionar sobre cuestiones que son indispensables para enfocar nuestra búsqueda de empleo y analizar ciertos puntos claves: ”¿qué necesitan las empresas?” y, por tanto, ¿qué puedo aportar yo para cubrir esa necesidad?”.

Transcribo a continuación las ideas plasmadas por los autores en dicho artículo:  

“El dilema en el que se encuentran muchas empresas en la actualidad es encontrar a la persona más adecuada para desarrollar estos criteriosEn este sentido identificamos tres potenciales perfiles en función de los objetivos corporativos que se persigan.

El primer perfil estaría encaminado a cumplir con la normativa vigente que es relativamente novedosa, abundante, exigente y creciente. Entre esta normativa destaca la relacionada con la obligación de realizar el informe de información no financiera y, pronto, llegará la directiva sobre gobierno corporativo sostenible y diligencia debida. A esto se unen las orientaciones de la última revisión del Código de Buen Gobierno de la CNMV para incorporar en el Consejo la vigilancia de los criterios ESG. En definitiva, la nueva normativa irá encaminada a convertirse en una prolongación del vigente compliance penal.

El segundo perfil añadiría a la función normativa la visión de comprender y gestionar la interrelación entre los criterios ESG y el modelo de negocio. Esta perspectiva está muy unida a leer y aprovechar las oportunidades del entorno y limitar los riesgos reputacionales de las empresas que -si se materializan- se traducirán en una actitud negativa de los grupos de interés hacia la corporación. Por ejemplo, una caída de las ventas o de la cotización.


El tercer perfil es sin duda el más completo y complejo. Además de cumplir la normativa y gestionar los criterios ESG, debe ser capaz de definir un propósito social o ambiental y desarrollarlo a través de un modelo de negocio competitivo y rentable. Para lograrlo necesitará alinear a todos los grupos de interés creando una cultura y una estrategia sostenible.


En nuestra opinión, la búsqueda para una posición de dirección de sostenibilidad (tanto ejecutiva como en el Consejo) debe realizarse bajo la óptica de perfiles de alta dirección que estén cerca del CEO y en el Consejo de Administración. Personas con valores sociales y ambientales fuertes y elevada autoexigencia ética. Con mirada estratégica para hacer de sus empresas líderes en un mercado en el que la sociedad exige que los negocios contribuyan a resolver los dilemas globales que tenemos por delante.

En definitiva, no deben buscar una persona para dirigir el departamento o la comisión de sostenibilidad sino para liderar la Sostenibilidad de la empresa”. 

Los números confirman el atractivo de las profesiones “verdes”:

Por su parte, el periódico El País, confirmaba con las siguientes cifras el gran atractivo de las profesiones “verdes”: 

“La economía circular generará 24 millones de empleos en 2030 en el mundo, según la Organización Internacional del Trabajo. La propia Unión Europea (UE) ha calculado, para ese mismo periodo, un crecimiento anual del 0,3% de la ocupación relacionada con esta materia, lo que se traducirá en cerca de 700.000 nuevos puestos de trabajo. 

Constituirán una nueva fuerza de profesionales al servicio de un canon que rompe con la cultura del usar y tirar y propone que los residuos se transformen. En este cambio de paradigma emergen nuevos roles y tareas nunca vistas. 

Es cada vez más frecuente pedir que un empleado sea capaz de calcular la huella ambiental de un producto o que lo diseñe para extender su ciclo de vida y aumentar su reciclabilidad. Pero ¿cómo y dónde formarse en economía circular, una materia que, destacan los expertos, es más una filosofía transversal a la actividad empresarial que una serie de conocimientos aislados? ¿Qué estudios existen y dónde se imparten? ¿A quiénes se dirigen? ¿Hay mercado y salidas para esta formación?”. 

A continuación, una propuesta que recoge este mismo medio sobre las áreas y/o temáticas que deben estar incluidas para una formación en económica circular de calidad:

Este periódico añade que las tareas propias de esta nueva realidad, como conseguir que una empresa encaje en la solicitud de ayudas verdes, o cuadrar los números para que un cambio de abastecimiento energético salga rentable, las absorben una amalgama de profesionales que se forman y expanden sus habilidades sobre la marcha. Sin embargo, parece que una figura inédita está al caer: la del economista circular puro,es decir, profesionales nativos en esta materia, no expertos tangenciales. Así lo cree Luis Salvatella, director del máster en Economía Circular conjunto entre la Universidad de La Rioja, la Universitat de Lleida, la Universidad de Zaragoza y la Universidad Pública de Navarra: “Todavía no hay un responsable de Economía Circular en cada empresa, como sí hay uno de Riesgos Laborales, pero probablemente empiecen a aparecer pronto”. 

Por mi parte añadir que, sin desmerecer la creación de nuevos perfiles como el aludido o la calidad de los profesionales que ya están trabajando en este ámbito, independientemente de su formación, en esta ocasión, sí que me gustaría romper una lanza a favor de los Ambientólogos, profesionales que cursamos la carrera de Ciencias Ambientales. La razón: en el trascurso de esta Licenciatura (ahora Grado), ya tratábamostemas asociados al Desarrollo Sostenible (ambiental, social y económico) o al reaprovechamiento de los residuos para darles una nueva vida. Quizá, en aquel momento, rondando el año 2000 en sus primeras promociones, todavía no se había acuñado el concepto de “Economía Circular” pero la semilla sin duda estaba floreciendo.  

Asimismo, se abordaban los entonces “futuros problemas asociados al Cambio Climático” (hoy una realidad) desde diferentes puntos de vista analizándolos en asignaturas tan dispares como Derecho Ambiental o Economía, enlazando con asignaturas “más típicas” de una carrera asociada al mundo natural como la Biología, la Contaminación Atmosférica, la Edafología o la Conservación del Medio Natural, aportando ese enfoque transversal que hoy es fundamental para las empresas.

La Sostenibilidad en los órganos de gobierno de las empresas:

Desde la ONU se asegura que la sostenibilidad ha tomado una importancia mayúscula dentro de la estructura empresarial, cada vez son más las empresas que apuestan por incorporar criterios ambientales, sociales y de gobernanza dentro del día a día. Así lo constata el hecho de que el 57% de las empresas españolas ya cuente con una persona o departamento que se dedica a estos temas y que, en el 33% de las empresas, esta área depende directamente del máximo cargo. 

Pero el valor de la sostenibilidad no solo se plasma en un departamento específico, sino que se extiende a la planificación estratégica corporativa. En concreto, un 41% de las empresas afirman disponer de una estrategia de sostenibilidad, de las que un 78% se encuentran alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), lo que consolida la Agenda 2030 como marco de referencia en sostenibilidad. Por último, y de forma aún incipiente, los Consejos de Administración comienzan a apostar también por una comisión específica de sostenibilidad, así lo confirman el 18% de las empresas que disponen de estos Consejos.

Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de Economía Circular:

La iniciativa privada está, por tanto, sensibilizada con la demanda de perfiles profesionales vinculados a la economía circular y sostenibilidad. Una coyuntura que se impulsa con iniciativas legales. Por ejemplo, el pasado mes de marzo el Ministerio de para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico aprobó un plan destinado a acelerar la transición hacia un sistema productivo más eficiente y sostenible en el uso de materias primas que pretende dar cumplimiento a los objetivos contenidos en la Estrategia Española de Economía Circular para el año 2030 y posicionar a España como referente internacional en la gestión, reciclaje y reutilización de residuos. El PERTE de Economía Circular busca también incrementar la competitividad de los sectores industriales y la empresa en general, y asegurar una mayor autonomía estratégica del país en un contexto de alta incertidumbre internacional. Según este Ministerio las claves de este impulso legal son las siguientes:

  • La Economía Circular supone un cambio de paradigma de producción y consumo en el que materiales y recursos se mantienen en la economía durante el mayor tiempo posible, se reducen al mínimo los residuos generados y se valorizan aquellos que son inevitables recuperando sus componentes para volver a introducirlos en el ciclo productivo. En ese sentido, la vicepresidenta Ribera subrayaba que “el actual modelo económico de crecimiento lineal es insostenible. España no es ajena a esta realidad y, por ello, trabajamos en la búsqueda de soluciones integrales que cuenten con participación de todos los actores”.
  • El PERTE fija ayudas de 492 millones de euros y movilizará recursos superiores a los 1.200 millones entre inversión pública y privada que se desarrollarán desde este año y hasta 2026. En esta línea, el plan se compone de 18 instrumentos distribuidos en dos líneas de acción: actuaciones en sectores claves, que cuenta con un presupuesto de 300 millones, y actuaciones transversales para impulsar la economía circular en la empresa, dotada con 192 millones.
  • Asimismo, apuesta por los tres objetivos fundamentales para el avance de la Economía Circular en la industria española: el fomento del ecodiseño de los productos para hacerlos más duraderos y reparables desde su mismo origen, reduciendo los residuos; la mejora de la gestión de residuosmediante plantas de tratamiento que incrementen la reutilización, el reciclado y la incorporación de materias primas recuperadas en la producción de nuevos bienes. Y el impulso de la digitalizaciónvinculada a ambos objetivos, que permitirá mejorar la competitividad e innovación del tejido industrial en cualquier sector.

En el siguiente reportaje emitido en el Día Mundial del Medio Ambiente por Informativos Telecinco, vemos cómo se cierra el ciclo de los PRODUCTOS – RESIDUOS – RECURSOS (materias primas) y su reintroducción en procesos productivos asociados en el sector de la iluminación, fomentando la Economía Circular en sus tres objetivos principales: Ver reportaje AQUÍ

  • El sector textil, uno de los de mayor importancia en nuestro país, plantea retos ambientales debido al impacto que provoca su modelo de producción y consumo rápidos. Para mejorar su competitividad a nivel internacional y ofrecer al consumidor productos textiles seguros, de alta calidad y asequibles, el PERTE actuará para incorporar al sector materias primas con bajo impacto, invertirá en tecnologías e infraestructuras que faciliten la reutilización y el reciclaje e impulsará medidas para mejorar la trazabilidad de productos y materiales.  
  • Por su parte, el sector del plástico está comprometido en la búsqueda de alternativas eficientes para el reciclaje y la valorización de sus residuos, debido a los elevados impactos medioambientales derivados de su abandono, a las exigencias cada vez más altas en las tasas de reciclado o a la necesidad de satisfacer la demanda de materias primas de calidad para el sector alimentario. Así, el PERTE contempla medidas como fomentar el ecodiseño, promover el impulso de envases reutilizables y potenciar el reciclado mecánico y químico.  
  • En cuanto a las energías renovables, el despliegue que está viviendo el sector en la actualidad exige gestionar los residuos generados por estas tecnologías cuando las instalaciones llegan al final de su vida útil. Componentes como las palas de los aerogeneradores eólicos, paneles fotovoltaicos o baterías de almacenamiento deberán integrarse en un esquema de producción y reutilización circular, en coherencia con el liderazgo de nuestro país en la generación de energía de fuentes renovables. Por ello, el plan fomentará el ecodiseño de estos productos asociados al sector de la energía limpia, así como el desarrollo de instalaciones y sistemas que permitan incrementar la reutilización y el reciclaje de estos productos.
  • Además, en lo tocante a las baterías, el PERTE permitirán financiar instalaciones de tratamiento, inexistentes hoy en España, que faciliten la recuperación de materiales valiosos como el litio o el ión litio, y también el desarrollo de sistemas para implementar la segunda vida de las baterías procedentes de la movilidad eléctrica que pueden emplearse para otros usos.

Está claro que en el ámbito de la Sostenibilidad y la Economía Circular cada vez hay iniciativas y oportunidades más interesantes por lo que, si conoces alguna, incluso en el mundo de las startups, estaré encantada de leerte en los comentarios de LinkedIn o, si lo prefieres, podemos intercambiar información a través de mi correo electrónico Patricia.Herrero@alumni.ie.edu

Recuerda que compartir información y ponerla a disposición de otros usuarios, nos hará a todos más conscientes de los retos que tenemos por delante y de cómo afrontarlos para obtener mejores resultados.

¡Muchas gracias por tu colaboración!


Publicado por Patricia Herrero

Gestión de Residuos, Economía Circular, Sostenibilidad e Innovación. Directora de Operaciones y Empresas en Fundación ECOLUM.

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