COP26, la Cumbre de Glasgow ¿y ahora qué?

COP26, la Cumbre de Glasgow ¿y ahora qué?

La Conferencia de Glasgow 2021 contra el cambio climático parece que pasará a la historia por el inesperado y sorprendente acuerdo entre China y Estados Unidos, las dos primeras potencias económicas mundiales y las dos naciones con mayor emisión de CO2 del mundo. La prensa ha informado así de las características preliminares de este anuncio:

“Se han comprometido a colaborar en una declaración conjunta, que establece que ambas partes recuerdan su firme compromiso de cooperar para lograr el objetivo de 1,5 grados Celsius fijado en el Tratado del Clima de París en 2015. Pidieron un incremento en los esfuerzos para salvar la enorme brecha que aún existe entre la humanidad y ese objetivo. Los científicos dicen que limitar el aumento en la temperatura global a 1,5ºC ayudará a la tierra a evitar los peores impactos climáticos. Se compara a las temperaturas preindustriales. En París en 2015, los líderes mundiales prometieron intentar evitar que el globo se calentase más de 1,5ºC a través de reducciones de sus emisiones de CO2 y metano.

El principal negociador climático chino, Xie Zhenhua, contó a los reporteros en la COP26 que, en lo que respecta al calentamiento global hay más afinidad entre China y Estados Unidos que divergencia. John Kerry, el delegado climático de Estados Unidos, subrayó: “China y Estados Unidos tienen muchas diferencias, pero en lo que respecta al clima, la única forma de logarlo es a través de la cooperación. Ahora cada paso cuenta, y tenemos un largo camino por delante”.

No me cabe la menor duda de que, en los próximos días, nos llegarán nuevos detalles sobre este acuerdo ya que, de momento, sólo conocemos las líneas generales de la declaración inicial que inciden en aspectos como la reducción de emisiones de metano, la transición a energías limpias y la descarbonización, pero todos sabemos que son necesarios compromisos más concretos.

No obstante, de alguna manera, dicha declaración inicial parece que choca con noticias como las que escuchábamos ayer sobre la liberación de las reservas estratégicas de petróleo por parte de varios países, entre ellos los protagonistas de este acuerdo, Estados y Unidos y China, para abaratar el precio de este combustible que es uno de los responsables de las emisiones que nos han llevado a la situación actual de crisis climática.

Cautela internacional y exigencia de compromiso

Los activistas y líderes internacionales recibieron con cautela esa inesperada declaración conjunta de Estados Unidos y China en la que prometen aumentar su cooperación climática en la próxima década. La Unión Europea y Naciones Unidas describieron el anuncio como alentador y como un paso importante pero, por ejemplo, la organización Greenpeace dijo que ambos países necesitan demostrar un mayor compromiso.

Precisamente, la Directora ejecutiva de Greenpeace Internacional, Jennifer Morgan, se mostró pesimista con el desarrollo de la Cumbre de Gasglow COP26:

“Ha sido una mala semana para las empresas de combustibles fósiles, pero no lo suficientemente mala, y las cosas tienen que empeorar mucho para ellas antes de que termine esta COP si queremos que Glasgow sea un éxito. Hemos visto algunos anuncios importantes, pero demasiados compromisos han sido voluntarios y, con frecuencia, la letra pequeña incluye grandes lagunas. El objetivo no ha cambiado, es 1,5ºC, y aunque estamos más cerca de lo que estábamos, aún queda mucho camino por recorrer.

Más de 20 países e instituciones financieras acordaron en Glasgow poner fin a las nuevas ayudas públicas directas a los combustibles fósiles para finales del próximo año, mientras que el compromiso de la India en materia de energías renovables para 2030 fue el tipo de sorpresa que puede incitar a otros a actuar. El llamamiento del Foro sobre la Vulnerabilidad Climática para que los países asuman compromisos climáticos anuales, en lugar de cada cinco años, es un gran paso que debe tener tracción en la segunda semana.

Las grandes decisiones de la COP26 deben ser coherentes con la ciencia y estar diseñadas para generar confianza. Esto significa no utilizar nuevos combustibles fósiles y aumentar el apoyo a los más vulnerables. Estamos aquí en Glasgow porque hay vidas en juego”.

La declaración final de la COP26, poco ambiciosa

Con más de un día de retraso, los representantes de todos los países que participaron en esta Cumbre consiguieron cerrar un acuerdo por unanimidad, un acuerdo que, desde el punto de vista de la mayoría de los profesionales que trabajamos en sostenibilidad y cambio climático, se queda corto en su efectividad.

Según han informado los periodistas desde Glasgow, esta declaración final recuerda a los países de todo el mundo que «pueden volver a presentar nuevos planes climáticos (NDC) para el 2030 en cualquier momento» e insta a su revisión y fortalecimiento a finales de 2022 -cuando se tendría que celebrar la COP27 en Egipto-, para lograr el objetivo de no superar los 1,5ºC.

Al mismo tiempo, pide la aceleración de la eliminación gradual de los subsidios al carbón y a los combustibles fósiles si realmente se quiere evitar la catástrofe climática a final del siglo XXI: “de acuerdo con el análisis de la prestigiosa coalición científica Climate Action Tracker, la humanidad se encamina hacia los 2,4ºC de calentamiento medio”No se sugiere, sin embargo, ninguna fecha para poner fin a los combustibles fósiles, extremo que muestra las limitaciones de las negociaciones.

Pero el fomento de la sostenibilidad, la economía circular y la lucha contra el cambio climático son imparables…

Con esta sensación de cierta dejadez tras esta Cumbre de Glasgow, es indispensable seguir desarrollando proyectos y compartir experiencias que nos hagan ser más optimistas porque, realmente, hay iniciativas, tanto públicas como privadas, que son muy alentadoras y que motivan cambios en la sociedad. A continuación, comento algunas de las que me han llamado la atención en los últimos meses y que, además, por las fechas que vienen, me han parecido de lo más adecuadas:

“Black Friday” vs “Green Friday”:

En estos días en los que nos bombardean con anuncios del Black Friday, me gustaría hablar del movimiento “Green Friday”, una tendencia que en los últimos años está cobrando fuerza. Por ejemplo:

Taller Amapola, PYME especializada en cosmética natural ecológica contactaba así con sus suscriptores: “si una marca ofrece descuentos del 50% y hasta del 70% y aún así le sale rentable ¿cuanto cuesta fabricar el producto? ¿cuánto nos cuesta a todos? ¿y al planeta? Piénsalo… porque lo bueno nunca es gratis.

En Amapola hacemos descuentos a lo largo de todo el año porque queremos hacer más inclusiva la cosmética natural ecológica, pero siempre sobre nuestro precio real. Así que, si quieres consumir de manera honesta y frenar las consecuencias del cambio climático, las compras que hagas en Amapola en estos días serán mejores para ti y también para el planeta.

Donaremos un 5% a la Asociación Bosques Sostenibles para reforestar zonas devastadas en España…” además de promover algunos descuentos.

Asimismo, por segundo año consecutivo, IKEA presenta su “Green Friday” para promover la recompra de muebles usados para darles una segunda vida. Ya en 2020, durante estos días, la multinacional recompró más de 300.000 muebles de clientes y, terminó el año habiendo dado una segunda vida a más de 47 millones de muebles.

Estamos hablando de un proyecto ambicioso de economía circular, enmarcado en su estrategia de sostenibilidad, en el que se pretende alargar la vida de los muebles y de sus materiales para reducir la producción de residuos además de, como es lógico, mejorar su imagen como compañía respetuosa con el medio ambiente.

Y de cara a la campaña navideña…

Me gustaría destacar la iniciativa de una empresa con 76 años de historia en la industria de los juguetes, hablamos de MATTEL y de su proyecto “MATTEL PLAYBACK”, campaña basada en el cariño que los pequeños de la familia cogen a muchos de sus juguetes y en lo complicado que es deshacerse de ellos cuando llega el momento, de ahí que ofrezcan la posibilidad de devolverlos para darles una segunda vida, ya sea recuperando los materiales y/o utilizándolos de nuevo para otros juguetes o bien fomentando el «downcycling» para conseguir otras calidades de plástico u obtener energía.

Actualmente esta iniciativa está disponible para los juguetes de las marcas Barbie, Matchbox y MEGA en Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania y Reino Unido. Esperemos que no se quedé ahí y llegue en los próximos meses a otros países.

¿Conoces o desarrollas proyectos similares? No dudes en dejarme tus comentarios tanto en redes sociales como en el correo Patricia.Herrero@alumni.ie.edu. Entre todos podemos dar más visibilidad a iniciativas como estas que contribuyen, cada una en la medida de sus posibilidades, a cuidar el planeta.

Publicado por Patricia Herrero

Gestión de Residuos, Economía Circular, Sostenibilidad e Innovación. Directora de Operaciones y Empresas en Fundación ECOLUM.

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